La ciudad invisible de Kítezh
La
leyenda de la ciudad invisible de Kítezh y la doncella Fevróniya
es una ópera en cuatro actos con música de Nikolái Rimski-Kórsakov
y libreto en ruso de Vladímir Belski, y se basa en una combinación
de dos leyendas rusas: la de santa Fevróniya de Múrom y
la imaginaria ciudad de Kítezh, que se hizo invisible cuando
fue atacada por los mongoles.
Las fuentes de esta leyenda se remontan a la literatura
popular rusa del siglo XIII, época de la invasión y terrible
dominio de los mongoles. Destaca, por una parte, la figura
de Fevronia, verdadera protagonista de la obra, personaje
angelical criado en la soledad del bosque y conocedor del
lenguaje de la naturaleza y, por otra parte, la historia
de la legendaria ciudad de Kítezh, en la que se habría refugiado
el gran príncipe ruso Yuri (Yuri II de Vladímir) con sus
últimas fuerzas. Su hijo Vsévolod se enamora de Fevronia
y se prometen en matrimonio. Cuando el séquito nupcial llega
al arrabal de la Pequeña Kítezh, cerca del río Volga, los
mongoles los atacan por sorpresa, lo arrasan y entre los
rehenes se llevan a Fevronia y al borracho y desgraciado
Grishka Kutermá. Este, amenazado de tortura, indica a los
mongoles el camino hacia la Gran Kítezh, la ciudad elevada
sobre un lago, mientras ella ruega a Dios que la convierta
en invisible.
Al llegar los mongoles allí, se levanta una espesa niebla,
las campanas comienzan a sonar por sí solas y la ciudad
desaparece. Tras la muerte de Vsévolod defendiendo Kítezh,
Fevronia salva a Grishka –que ha enloquecido–, a pesar de
que él la había calumniado. Los mongoles huyen, atemorizados,
debido al reflejo de la ciudad invisible en la superficie
del lago. El espectro del príncipe conduce a su prometida
–muerta en medio del bosque– a la Kítezh ideal, una especie
de paraíso solo accesible para las almas puras, donde son
acogidos por Yuri y la población y se celebran las bodas
en la catedral.
Fuente:
http://es.wikipedia.org/
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